jueves, 24 de octubre de 2013

HISTORIA # 2 Angel y Maria. Junio 2012. Madrid

Mi historia comenzó acudiendo a clases preparto de la Salud Publica con mi segundo embarazo.

Al principio pensé que no sería necesario pues dos años antes ya había acudido a estas clases...pero algo me dijo que fuera.

Allí conocí a una matrona que nos informó acerca de la lactancia materna. Comenté que con mi primer hijo no había sido posible pues el bebé perdía peso debido a que mi leche no era buena y ella me explicó que toda leche es buena excepto algún caso clínico como la hipogalactia en la que realmente no se puede amamantar. Me aseguró que yo podría dar el pecho a mi hijo sin problemas.

Fue entonces cuando comencé a buscar más información. Encontré foros como el de Alba Lactancia al que tengo que agradecer enormemente que hoy pueda decir que sigo amamantando a mi hijo de 16 meses.

Pues bien, mi bebé nació. Pero esta vez opté por hacer caso a las matronas en vez de a los pediatras; pediatras que me instaban a que diera un suplemento de leche argumentando que era un bebé pequeñito (pesaba 2,900kg) y toma cada 3 horas engañándolo con infusiones digestivas si lloraba.

Pero esta vez no me iban convencer de lo que no deseaba . Esta vez estaba informada. Sabia que era posible hacer lactancia materna exclusiva. Esta vez tenía donde acudir, como las sesiones con la matrona del centro de salud y a un grupo de apoyo a la lactancia del pueblo donde vivo, donde me reforzaban y me aseguraban que lo estaba haciendo fenomenal.

Pues casualmente mi bebé resultó ser alérgico a la proteína de la leche de vaca. Y además de esto, no acepta biberones con lo cual su alimentación con leche materna es de vital importancia para su salud (he de decir que es un niño muy sano y que a pesar de ir a guardería desde los 7 meses, no se pone malito).

Las ideas básicas que he sacado como conclusión para tener una lactancia materna exitosa son:

1. No hacer caso de profesionales que inducen a una lactancia mixta o el abandono de la lactancia materna exclusiva sin argumentos de peso. Hay mucha información disponible.
2. No hacer caso a madres, suegras, conocidas cuando me dicen que se queda con hambre.
3. Hacer oídos sordos a comentarios como “otra vez con la teta fuera?”
4. Dar a demanda. O sea todo el tiempo que mi bebé pida, cada dos minutos, cada 5, o cada 10, todo el tiempo que el bebé esté succionando es producción de leche que está generando.
5. Nunca meter suplemento, pues puede ser el principio del fin.

Para mi está siendo especialmente satisfactorio y reconfortante pues no me creía capaz de sostener la lactancia materna. O hubo un tiempo en que eso me hicieron creer.

Gracias a foros como Alba Lactancia y matronas especializadas ha sido posible.